SELVA MAYA, Un frágil equilibrio para su biodiversidad

Santiago Gibert Isern

La fotografía es la herramienta más poderosa para reencontrar al ser humano con la Naturaleza.

14 de Mayo de 2021, Silvituc, Escárcega, Campeche, México

La Selva Maya es el segundo bosque tropical americano más extenso después del Amazonas, se extiende a lo largo de 14 millones de hectáreas entre México, Belice y Guatemala. Es la tierra del Jaguar, el Tapir y el Pecarí de Labios Blancos; cuna de culturas milenarias y tierra próspera en actividades productivas como el turismo, la agricultura y la ganadería. No obstante el equilibrio entre el desarrollo humano y la conservación del patrimonio biocultural que alberga pende de un delgado hilo, el avance no planificado de la frontera agropecuaria extensiva, la tala ilegal forestal y la falta de disponibilidad de presas para los grandes depredadores -debido al sangrado perpetrado por la cacería ilegal en el interior de áreas naturales protegidas-, ha detonado el conflicto entre ganadería y los grandes felinos como el Puma y el Jaguar. Las organizaciones de la sociedad civil, gobiernos, sus pobladores y los usuarios de la Selva Maya, concentran sus esfuerzos en crear un nuevo modelo de gestión que contemple los intereses de todas las partes involucradas bajo una visión sustentable para el uso de los recursos y la conservación de la biodiversidad. Esta carrera por la conservación de la Selva Maya es a contrarreloj ya que el paradigma del Cambio Climático, no entiende ni de puntos de encuentro ni de nuevas estrategias.

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